Pontificia Universidad Javeriana
Seminario de Fundamentos Conceptuales
Prácticas de enseñanza, prácticas
discursivas y lenguajes en el campo educativo.
Profesora:
Fanny Blandón Ramírez
Reseña del texto:
Aprender y enseñar la lengua escrita en el aula: Introducción y capítulos 1, 2,
3, y 7. Sofía Vernón y Alejandra Pellicer. México. 2004.
LA LENGUA
ESCRITA DESDE LA MIRADA DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS
“Detrás de esa mano que escribe, de esos ojos
que miran y de esos oídos que escuchan,
hay un niño que piensa”
Emilia Ferreiro-Ana Teberosky
Las autoras
abarcan dos aspectos fundamentales: el primero los apoyos teóricos con temas como: “¿Qué tanto es un pedacito? El
análisis que los niños hacen de las
partes de la palabra”, “La libertad de las palabras”, “Las ideas
infantiles sobre la separación de las palabras”; en la segunda parte se describen algunos
apoyos didácticos para la enseñanza de la lengua escrita, con temas como: “El
constructivismo y otros enfoques didácticos”, estos
son solo cuatro de los diez capítulos planteados en el libro.
Teoría
y didáctica, dos elementos abordados por las autoras
con el objetivo de invitar al lector a “reconceptualizar” lo que es leer y
escribir en la escuela. Aspectos ineludibles y complementarios para los
docentes que buscan elementos que les
permitan comprender algunos de los procesos cognitivos involucrados en la
adquisición del sistema de escritura, y que apoyen el trabajo en el aula.
En
esta línea, es pertinente mencionar algunos aportes de la teoría cognitiva, de
Jean Piaget y la teoría sociocultural, de Vigotsky (1978), las cuales brindan elementos para la
comprensión de estos procesos, retomados por las autoras. Piaget (1967), “habla
del sujeto que trata activamente de comprender el mundo que lo rodea y de
resolver interrogantes que este mundo le plantea. No es un sujeto que espera
que alguien que posee
un conocimiento se lo
transmita […] Es un sujeto que aprende básicamente a través de sus propias
acciones sobre los objetos del mundo, y que construye sus propias categorías de
pensamiento al mismo tiempo que organiza el mundo”. Es decir, los niños no esperan pasivamente que se les enseñe el
lenguaje, ni piden permiso, sino que tratan de comprenderlo y de descifrarlo,
formulando hipótesis y creando su propia gramática con base en la información
que les provee el contexto sociocultural en que se desenvuelven.
Vigotsky
(1978) sostenía que “la enseñanza de la [escritura] debería ser organizada de
manera tal que la lectura y la escritura resulten necesarias para algo […]. Lamenta “la contradicción que se
pone de manifiesto en la enseñanza de la escritura […] a saber, que se enseña
como habilidad motriz y no como una compleja actividad cultural […] la cuestión
de la enseñanza de la escritura […] necesariamente tiene que ser relevante para
la vida”. Sin embargo, comúnmente los
maestros inician este proceso presentando de manera aislada las vocales, luego
las consonantes una a una, de la “más fácil” a la más “difícil”, se practica la
lectura de oraciones descontextualizadas el
oso es café, de esta forma “contradictoria” como menciona Vigotsky, se
espera que los estudiantes adquieran lectura comprensiva y escriban en forma
coherente y argumentativa.
Con base en
estas teorías se han realizado diversas investigaciones y se han formulado
nuevas propuestas pedagógicas sobre el aprendizaje de la lectoescritura, entre ellas:
la psicogénesis[1]
de la lengua escrita de Emilia Ferreiro (1983), las funciones lingüísticas de
Halliday (1986) y la teoría psicolingüística de Kenneth y Yetta Goodman(1989). Todos estos aportes teóricos indican que el conocimiento
sobre el lenguaje escrito se construye mediante la participación del niño en el
contexto natural y cotidiano, al utilizarlo de una manera funcional con sentido
y significados reales.
En este sentido,
Sofía Vernon en ¿Qué tanto es un
pedacito? El análisis que los niños hacen de las partes de la palabra. Afirma que, “es peligroso suponer que cuando los
niños conocen las letras han comprendido también el principio alfabético” menciona además, los periodos
por los que atraviesan los niños, para llegar a la comprensión de
este principio alfabético:
1.
Escrituras presilábicas:
No intentan establecer ningún tipo de correspondencia entre letras y unidades
de sonido. Sin embargo, establecen criterios que les permiten decidir cuándo
una cadena de letras puede ser interpretada como una unidad lingüística.
2.
Escrituras silábicas
sin valor sonoro convencional: Se empieza a hacer correspondencias sonoras en
la escritura; es decir, a cada letra se le hace corresponder una silaba de la
palabra oral, aunque en un principio cualquier letra sea capaz de representar a
cualquier sílaba, como en [OIE] para perico.
3.
Escrituras silábicas
con valor sonoro convencional: se descubre que las letras tienen valores
sonoros convencionales, y se va incorporando a su sistema silábico de escritura
[PiO] para perico
4.
Escrituras silábico-alfabéticas:
se inicia un sistema aparentemente “mixto” de representación, es decir, en algunos casos representan cada silaba con
una letra, mientras que en otros empiezan a representar unidades sub-silábicas.
Por ejemplo [MAIOSA] para mariposa.
5.
Escrituras alfabéticas:
de manera consistente, los niños
empiezan a usar el principio alfabético, claro está que sin tener en
cuenta reglas ortográficas.
De lo anterior
podemos deducir, que cada vez que un niño escribe una palabra, toma decisiones que
muchas veces le generan conflictivos, y que estas decisiones son fruto de
múltiples reflexiones, que parten de sus propias hipótesis y los conducen a
plantear soluciones prácticas a sus dificultades.
En este contexto, es necesario que el maestro proponga actividades significativas que
estimulen el pensamiento divergente, construir y reconstruir significados, de
modo que lleve al niño a buscar
soluciones a las inquietudes que se le presentan; para ello, el maestro, debe
plantear preguntas que lleven a los estudiantes a la reflexión y además ofrecer experiencias que “le permitan ir descubriendo cómo se
relacionan la escritura y la oralidad en nuestro sistema alfabético” (Vernon,
2004, p. 40). A través de actos donde la
lectura, la escritura y la oralidad se muestren de manera integral y no
fraccionada.
Es interesante revisar la reflexión que plantea Graciela
Quinteros en “La libertad de las
palabras”, en torno a la forma en que los niños y niñas se interrogan y
piensan sobre las letras, una vez que han logrado construir la hipótesis
silábica: “¿Cuántas son? ¿Cuáles son? ¿Cómo se
escriben? ¿Para qué? ¿Cómo sabemos dónde van? Estas son preguntas fundamentales
cuyas respuestas significan una enorme exigencia porque involucran un
descubrimiento, un esfuerzo, la definición de un valor, y de una identidad […] A
los que enseñamos nos toca responder otras preguntas fundamentales ¿Por qué las
letras pueden ser tan libres y caóticas en la cotidianidad, y tan controladas y
estrictas en el medio escolar? ¿Cuál es la razón por la que el maestro de
primer grado se pregunta “¿Cómo las voy a presentar?” si las letras no
necesitan presentación alguna de nuestra parte porque se presentan solas todos
los días” (Quinteros,2004,p.47)
Por otra parte, es
importante que el maestro reconozca que “el pasaje de una escritura silábica a
una alfabética, es un momento crítico por el que pasan los niños, donde encaran
problemas, dudan, se angustian y se alegran […] Por tal razón, necesitan de su
intervención para que les ayude a centrar su
atención en los aspectos relevantes del proceso” (Quinteros, 2004, p.55, 56).Es
decir, necesitan de un maestro que más allá de identificar el periodo en el que
se encuentra el niño, comprenda cómo se re-estructura lo “oral” a medida que el
niño re-estructura lo escrito, que le dé más importancia a “descubrir la lógica
con la que los alumnos toman decisiones gráficas, en lugar de limitarse a hacer
inventarios de los “errores” que los niños “cometen” cuando están aprendiendo a
escribir” (Celia Díaz, 2004, p.55, 56)
Es aquí, donde
los maestros de primer ciclo, se enfrentan a la llamada “querella de los
métodos”, la decisión de optar por una posición teórica y pedagógica acerca de
qué es lo prioritario en la enseñanza al inicio de la escolaridad. Sofía Vernón,
hace una presentación de tres de los distintos enfoques más difundidos en la
enseñanza inicial de la lengua escrita; a pesar que es posible encontrar
algunos puntos de contacto entre ellos,
las propuestas educativas son diferentes, como veremos a continuación:
Los modelos de enseñanza directa, propician la enseñanza y el aprendizaje
sistemático de la relación entre los símbolos y los sonidos. A este estudio se
le adjudican muchos nombres: método fónico, decodificación, conocimiento
fonológico, relaciones sonido-símbolo, etc. En palabras de Liberman y Liberman
(1992, p.349), el objetivo de la enseñanza inicial de la lectura y la escritura
es “transferir las maravillas de la fonología del habla a la escritura […]
desarrollar la conciencia (fonológica) debería ser el primer objetivo del
maestro que enseña a leer”.
Los
modelos de enseñanza directa
consideran, que hay habilidades que funcionan como antecedente necesario para
desarrollar otras habilidades; en este sentido, el vocabulario es controlado, y
las palabras son introducidas poco a poco. La intervención del maestro está
enfocada en garantizar que los niños y niñas puedan tomar conciencia de los
fonemas. Se podría inferir que este método facilita la adquisición del lenguaje
escrito porque va paso a paso siguiendo las directrices del maestro o en cambio
se podría plantear, que no lleva al estudiante a la construcción del
conocimiento sino a la repetición mecánica de lo que le da el maestro. En este
sentido, valdría la pena preguntarse ¿Qué hace el maestro con los aprendizajes
previos del estudiante? ¿Cuál es el objetivo de enseñar a los niños y niñas a
leer y escribir?
La perspectiva del lenguaje integral, postula que cuando la lengua se presenta de
manera fragmentada (en fonemas o sílabas sueltas) deja de ser lengua, porque
pierde el significado. Este enfoque, por lo general, no enfatiza en la
instrucción explícita de las reglas formales que rigen el uso del lenguaje. En
este sentido, rechazan los textos hechos para el aula, con vocabulario
controlado y métodos que muestran las correspondencias letra-grafema. La idea
es que el maestro apoye el aprendizaje de los niños, sin controlarlo y sin
forzarlo.
En principio afirma, que el aprendizaje
de la lengua escrita es un aprendizaje "natural", cualquier niño aprende
a hablar sin que se le enseñe explícitamente a hacerlo, porque está rodeado de
personas que usan su lengua para comunicarse. Así mismo, el niño que vive en un
medio social, que usa la escritura como medio de comunicación, aprenderá a leer
y escribir porque quiere y necesita participar de las convencionalidades de su
medio, para poder comunicarse. Se argumenta que
los lectores principiantes pueden descubrir las relaciones
entre las letras y los sonidos por sí solos. Esto implica que los niños deben
estar inmersos en un medio donde la lengua escrita se use con propósitos
reales, pero ¿qué pasa con los niños y niñas que no cuentan con contextos
altamente alfabetizados?
La perspectiva constructivista, a diferencia
de las dos anteriores, propone que el mejor tipo de intervención es cuando el
maestro propone situaciones de interés para los niños en donde hay un problema
a solucionar e invita a los estudiantes a buscar formas de resolver el
conflicto. Se trata, entonces, de hacer lo posible para que los alumnos piensen
y se enfrenten a situaciones, en las cuales sea necesario ciertos conocimientos
que tal vez no tienen, pero que puedan adquirir a partir de lo que ya conocen.
Esta es una perspectiva fuertemente influenciada por las investigaciones de
Piaget.
A diferencia de la enseñanza directa ,que parte de la
presentación de unidades de sonido aisladas y el lenguaje integral que sostiene que hay que partir del uso de
textos completos y reales. La perspectiva constructivista, por el contrario,
supone que los niños tienen que construir diferentes hipótesis: en un primer
momento diferenciar entre representaciones como el dibujo y la escritura, luego
los niños establecen una serie de reglas para decidir cuando una serie de
letras tienen significado; estableciendo así los criterios de cantidad mínima y
variación interna (dice algo si hay mínimo dos o tres letras y las letras que
están en la palabra deben ser diferentes). Un próximo paso, es establecer que a
nombres diferentes corresponden cadenas
escritas distintas. Hasta este momento, los niños hacen correspondencia de una
cadena escrita con un nombre oral. La necesidad de comprender el valor de las
partes (letras) dentro de un todo (nombre) hace que los niños entren en un periodo de fonetización,
iniciando correspondencias silábicas. Poco a poco, los niños van incorporando
conocimientos acerca del valor sonoro convencional de las letras. (Basado en
Ferreiro 1998).
Desde este enfoque, los maestros son facilitadores e
intermediarios, que deben llevar a los niños a la construcción del conocimiento
a partir de actividades y preguntas que requieran del esfuerzo y la posibilidad
de pensar, lejos de actividades mecánicas y descontextualizadas.
En conclusión, las autoras hacen todo un despliegue de las
contribuciones teóricas y prácticas en torno a los procesos iníciales del aprendizaje de la lectura y la escritura, llevando a los maestros a cuestionar las prácticas
pedagógicas aplicadas en el aula, con el
propósito de "preparar" a los niños y niñas en la adquisición de la
lengua escrita.
Después de todo este recorrido, se hace
evidente la necesidad de maestros que reflexionen y se planteen interrogantes
sobre su acción pedagógica, que estén conscientes de lo que hacen ¿Por qué? y ¿Para
qué? Que se detengan a analizar las hipótesis que construyen sus estudiantes
sobre el lenguaje escrito, que brinden oportunidades a los niños y niñas para
que hablen, escriban, lean y escuchen, que recurran a contextos reales y hagan
de éste proceso un reto, un encuentro y desencuentro, un aprendizaje con uso
funcional dentro de su mundo real.
REFERENCIAS
McLane, Joan B (1990) La escritura como proceso social, En: Vigostky y la educación .
Capitulo 13.
Sofía A. Vernón (2004) ¿Qué tanto es un
pedacito? En: Aprender y enseñar la lengua escrita en el aula. Capitulo 1. SM
de ediciones. México D.F.
Graciela Quinteros (2004) La libertad de
las letras En: Aprender y enseñar la lengua escrita en el aula. Capitulo 2. SM
de ediciones. México D.F.
Celia Zamudio Mesa (2004) Las ideas
infantiles sobre la separación de las palabras
En: Aprender y enseñar la lengua escrita en el aula. Capitulo 1. SM de
ediciones. México D.F.
Sofía Vernon (2004) El constructivismo y
otros enfoque didácticos En: Aprender y enseñar la lengua escrita en el aula.
Capitulo 7. SM de ediciones. México D.F.
[1] El término psicogénesis se refiere a las distintas ideas que los
niños a lo largo de su desarrollo, van construyendo acerca de la escritura, y
cómo van cambiando. La psicogénesis comprende el paso de las no convencionales
a las convencionales.
Amalia, te felicito por haber logrado diseñar este espectacular blog.
ResponderEliminarTu escrito me parecio interesante.
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCordial saludo apreciada Amalia
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tú texto, considero que es un texto muy completo, te felicito por retomar varios capítulos del mismo libro, ayuda a tener una visión general del planteamiento de las autoras, del mismo modo quiero darte las gracias por lo que me enseñaste a través de tú escrito, y te comparto mis sugerencias para hacer de este un mejor escrito académico. Teniendo en cuenta las pautas dadas en relación a la estructura, tanto del texto en general, como de sus partes me permito compartirte mis apreciaciones:
Estructura y forma
• Considero que la iniciar el escrito falta un conector que dé inicio al texto:
Por ejemplo: El propósito de este escrito es retomar los aportes de Las autoras……quienes abarcan dos aspectos fundamentales
• En relación a la redacción, cuando estas explicando la querella de los métodos, es muy importante que marque el paso de un método a otro con los conectores, o cambio de párrafo.
• Según la estructura de la reseña, va primero el comentario crítico, y luego si la conclusión de toda la reseña, para que esta abarque no solo las ideas del texto si no las de tú posición frente al mismo.
Contenido/fondo
• Teniendo en cuenta la estructura de la reseña-critica, es muy importante que el párrafo introductorio describa cual es la idea general o tesis que desarrollan en el texto las autoras y por tanto sea la base de las ideas que vas a desarrollar a lo largo del escrito, considero que cuando enuncias en los primeros párrafos otros autores, que le aportan a las autora pero que ellas en su texto no los retoman directamente, se pierde el horizonte de las ideas que vas a desarrollar en el texto.
• Cuando enuncias a otros autores se pierde la ilación de las ideas fuerza que exponen las autoras, en este sentido, sería bueno primero recoger la idea fuerza que desarrollan las autoras y finalmente retomar alguna idea de los autores que se encaminan en esta línea, pero desde un comentario muy corto, para no confundir las ideas de oros autores, con las propiamente desarrolladas por las autoras.
• Considero que puedes relacionar en un solo bloque los periodos por los que atraviesan los niños, para llegar a la comprensión de este principio alfabético y las etapas que retomas de Ferreiro.
Estimada Amalia:
ResponderEliminaragradezco la oportunidad de reflexión que posibilitas con la lectura de tu texto, que sin duda alguna deja claridad en varios conceptos enunciados por las autoras, logras especificar las características de cada etapa en este proceso de la comprensión alfabética.
Quiero sugerirte algunas ideas que considero te pueden ayudar para la elaboración de tu próximo escrito.
1. Es importante definir al inicio de tu escrito la importancia o razones que tiene el autor para escribir este texto, esto te ayuda a definir la tesis central de sus postulados y dar claridad sobre el aspecto que te gustaría discutir en tu reseña.
2. cuando enuncias otros autores es importante que estos den la claridad de la idea sustentada por el autor del texto. Esto ayuda para que el lector se ubique mucho mas en tu devenir argumentativo.
3. Teniendo en cuenta la estructura de la reseña, es importante que retomes dos o tres asuntos y puedas dar una discusión critica al respecto y tu experiencia en el aula de clase te permite realizar este tipo de reflexiones argumentativas.
4. sería interesante que en las conclusiones pudieras incluir como el texto posibilita una reflexión de las practicas en el aula de clase, visualiza los miedos que sentimos los maestros al enfrentar nuevas rutas de aprendizaje y la resistencia que se hace entre los modelos tradicionales y las nuevas formas de comprensión del sistema alfabético.
Para finalizar quiero invitarte a no decaer en este proceso de aprendizaje en el cual estamos inmersas. Personalmente veo tu evolución en el estilo de redacción, coherencia y postulación de ideas. se que es muy difícil escribir, ya que se sienten miedos e inseguridades para tratar de hacerlo correctamente, pero estos ejercicios posibilitan de una u otra forma cambiar nuestras visiones y arriesgarnos para hacerlo cada día mejor.
Te felicito!!!!